Pablo Larrazábal es uno de los cuatro jugadores que han conseguido vencer al campo una vez disputados 36 hoyos del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters, torneo del European Tour que se juega esta semana en el Real Club Valderrama. Por el momento, el barcelonés comparte la segunda plaza con el galés Jaime Donaldson y el escocés Connor Syme con -1 en el acumulado, a solo dos golpes del estadounidense John Catlin, líder en solitario.
El recorrido sanroqueño sigue con las defensas altas y la exigencia de sus impecables hoyos sigue reforzada por el levante, factor decisivo en lo que llevamos de competición. Aun así, el barcelonés (y otros españoles, como Alejandro Cañizares) consideran al viento aliado más que enemigo y confían en que siga soplando en las dos próximas jornadas. De momento, Larrazábal ha salido muy bien parado de los dos primeros compromisos de esta semana, aunque se muestre crítico con la calidad de su juego. De todos modos, sabe que en un campo como Valderrama hay que anteponer la eficacia a la estética, el resultado a la foto. La belleza la pone el campo de Sotogrande.
«Sigo
sin jugar bien, pero he logrado mantener la pelota en juego que es de
lo que se trata en Valderrama. He sabido jugar este campo», recapitulaba
Larrazábal al final de su vuelta. «He venido sabiendo dónde venía. A
Valderrama tienes que llegar con el tanque de paciencia bien lleno y yo
traigo dos tanques. Me podrán ganar en juego, pero en paciencia, no. Si
en otro campo hubiera acabado con tres putts en el 17 y bogey al último
hoyo, no estaría con una sonrisa».
El jugador de El Prat fue uno de los pocos golfistas capaces de vencer
al campo en una segunda jornada algo menos ventosa, pero igual de
rigurosa que la primera. La clave, un plan de juego claro para un campo
como Valderrama.
«Juego como Valderrama me ha enseñado que tengo que jugar aquí. No se
viene a hacer muchos birdies, sino a cometer los menos errores posibles.
No es exactamente un juego ramplón, es un juego poco bonito para los
ojos que no lo comprenden», resumía Larrazábal.
Alejandro Cañizares también conseguía vencer en el segundo parcial a
Valderrama y terminaba muy satisfecho. El malagueño, que nunca ha
fallado el corte en las cinco ediciones previas que ha jugado del
torneo, es profesional del campo gaditano y sabe afrontar el desafío que
plantea, aunque no llegara con las mejores sensaciones después de una
dura gira británica.
«He jugado mejor, este es mi campo y estoy cómodo, me viene bien que
haga mucho viento. Después de los últimos torneos, como para no estar
contento», explicaba Cañizares. «Aquí me siento cómodo, este es uno de
mis campos favoritos del mundo y va bien a mi juego porque no necesitas
pegarle muy fuerte. Este es un campo muy especial, con su diseño y su
personalidad deja en ridículo a la teoría de que hoy en día hay que
pegar 330 yardas y pesar 120 kg de músculo. Aquí hay que jugar con la
bola, hay que tener más arte», remataba el español.
También ronda la cabeza de la clasificación Álvaro Quirós, decimotercero
con +3, que racionalizaba algún error postrero y le veía el lado
positivo a un torneo de cuya victoria no anduvo tan lejos en 2019.
«Mi asignatura pendiente no tiene que ver con el liderato, ni casi con
el campo. La pelea la tengo conmigo mismo y con mi juego. Sé que hay
tres o cuatro golpes que son claves para mí y que no tengo recursos para
afrontarlos. Pese a todo, es mi segundo corte del año, así que estoy
felicísimo, bajo la mascarilla tengo una sonrisa de oreja a oreja»,
explicaba el sanroqueño de Guadiaro.
Los españoles se las verán durante el fin de semana con un cualificado
plantel de rivales extranjeros que, hasta el momento, han sabido leer
correctamente las claves de Valderrama. Entre ellos el líder, el joven
estadounidense John Catlin (-3), que ya suma dos puestos entre los diez
mejores en el European Tour desde que se reanudó la competición, Jaime
Donaldson, jugador clave en la Ryder Cup de 2014, y una combinación de
veteranía y juventud encabezada por la nueva perla del golf sudafricano,
Wilco Nienaber (par), el danés Soren Kjeldsen (+1), especialista en
Valderrama y ganador del Volvo Masters de 2008, o el alemán Martin
Kaymer (+2), ganador de dos majors y exnúmero uno del mundo.
En cualquier caso, la dureza del Real Club Valderrama (el corte ha
quedado establecido en +7) y lo apretado de la clasificación abre el
abanico de aspirantes. Además de los españoles ya mencionados, también
jugarán el fin de semana en Valderrama Gonzalo Fernández-Castaño (18º,
+4), Nacho Elvira, Pedro Oriol, Jorge Campillo, Sebastián García
Rodríguez y Pep Angles (26º, +5), Adrián Otaegui y Carlos Pigem (37º,
+6) y Alfredo García-Heredia (52º, +7).
El Estrella Damm N.A. Andalucía Masters, torneo del European Tour
valedero para la Race to Dubai que se celebra gracias a la
imprescindible colaboración del Real Club Valderrama, está patrocinado
por Estrella Damm y la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y
Administración Local de la Junta de Andalucía, además de estar
cofinanciado con fondos europeos y declarado acontecimiento de
excepcional interés público por el Gobierno de España. El torneo también
cuenta con el apoyo de Rolex, Exterior Plus, Santander Private Banking y
Shell. Callaway, Coca-Cola, Enterprise, Grupo Raga, Kyocera, Marca,
Maui Jim, la Real Federación Andaluza de Golf, Riversa, Varma y Volvo
son proveedores oficiales.
Pablo Larrazábal es uno de los cuatro jugadores que han conseguido vencer al campo una vez disputados 36 hoyos del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters, torneo del European Tour que se juega esta semana en el Real Club Valderrama. Por el momento, el barcelonés comparte la segunda plaza con el galés Jaime Donaldson y el escocés Connor Syme con -1 en el acumulado, a solo dos golpes del estadounidense John Catlin, líder en solitario.
El recorrido sanroqueño sigue con las defensas altas y la exigencia
de sus impecables hoyos sigue reforzada por el levante, factor decisivo
en lo que llevamos de competición. Aun así, el barcelonés (y otros
españoles, como Alejandro Cañizares) consideran al viento aliado más que
enemigo y confían en que siga soplando en las dos próximas jornadas. De
momento, Larrazábal ha salido muy bien parado de los dos primeros
compromisos de esta semana, aunque se muestre crítico con la calidad de
su juego. De todos modos, sabe que en un campo como Valderrama hay que
anteponer la eficacia a la estética, el resultado a la foto. La belleza
la pone el campo de Sotogrande.
«Sigo sin jugar bien, pero he logrado mantener la pelota en juego que es
de lo que se trata en Valderrama. He sabido jugar este campo»,
recapitulaba Larrazábal al final de su vuelta. «He venido sabiendo dónde
venía. A Valderrama tienes que llegar con el tanque de paciencia bien
lleno y yo traigo dos tanques. Me podrán ganar en juego, pero en
paciencia, no. Si en otro campo hubiera acabado con tres putts en el 17 y
bogey al último hoyo, no estaría con una sonrisa».
El jugador de El Prat fue uno de los pocos golfistas capaces de vencer
al campo en una segunda jornada algo menos ventosa, pero igual de
rigurosa que la primera. La clave, un plan de juego claro para un campo
como Valderrama.
«Juego como Valderrama me ha enseñado que tengo que jugar aquí. No se
viene a hacer muchos birdies, sino a cometer los menos errores posibles.
No es exactamente un juego ramplón, es un juego poco bonito para los
ojos que no lo comprenden», resumía Larrazábal.
Alejandro Cañizares también conseguía vencer en el segundo parcial a
Valderrama y terminaba muy satisfecho. El malagueño, que nunca ha
fallado el corte en las cinco ediciones previas que ha jugado del
torneo, es profesional del campo gaditano y sabe afrontar el desafío que
plantea, aunque no llegara con las mejores sensaciones después de una
dura gira británica.
«He jugado mejor, este es mi campo y estoy cómodo, me viene bien que
haga mucho viento. Después de los últimos torneos, como para no estar
contento», explicaba Cañizares. «Aquí me siento cómodo, este es uno de
mis campos favoritos del mundo y va bien a mi juego porque no necesitas
pegarle muy fuerte. Este es un campo muy especial, con su diseño y su
personalidad deja en ridículo a la teoría de que hoy en día hay que
pegar 330 yardas y pesar 120 kg de músculo. Aquí hay que jugar con la
bola, hay que tener más arte», remataba el español.
También ronda la cabeza de la clasificación Álvaro Quirós, decimotercero
con +3, que racionalizaba algún error postrero y le veía el lado
positivo a un torneo de cuya victoria no anduvo tan lejos en 2019.
«Mi asignatura pendiente no tiene que ver con el liderato, ni casi con
el campo. La pelea la tengo conmigo mismo y con mi juego. Sé que hay
tres o cuatro golpes que son claves para mí y que no tengo recursos para
afrontarlos. Pese a todo, es mi segundo corte del año, así que estoy
felicísimo, bajo la mascarilla tengo una sonrisa de oreja a oreja»,
explicaba el sanroqueño de Guadiaro.
Los españoles se las verán durante el fin de semana con un cualificado
plantel de rivales extranjeros que, hasta el momento, han sabido leer
correctamente las claves de Valderrama. Entre ellos el líder, el joven
estadounidense John Catlin (-3), que ya suma dos puestos entre los diez
mejores en el European Tour desde que se reanudó la competición, Jaime
Donaldson, jugador clave en la Ryder Cup de 2014, y una combinación de
veteranía y juventud encabezada por la nueva perla del golf sudafricano,
Wilco Nienaber (par), el danés Soren Kjeldsen (+1), especialista en
Valderrama y ganador del Volvo Masters de 2008, o el alemán Martin
Kaymer (+2), ganador de dos majors y exnúmero uno del mundo.
En cualquier caso, la dureza del Real Club Valderrama (el corte ha
quedado establecido en +7) y lo apretado de la clasificación abre el
abanico de aspirantes. Además de los españoles ya mencionados, también
jugarán el fin de semana en Valderrama Gonzalo Fernández-Castaño (18º,
+4), Nacho Elvira, Pedro Oriol, Jorge Campillo, Sebastián García
Rodríguez y Pep Angles (26º, +5), Adrián Otaegui y Carlos Pigem (37º,
+6) y Alfredo García-Heredia (52º, +7).
El Estrella Damm N.A. Andalucía Masters, torneo del European Tour
valedero para la Race to Dubai que se celebra gracias a la
imprescindible colaboración del Real Club Valderrama, está patrocinado
por Estrella Damm y la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y
Administración Local de la Junta de Andalucía, además de estar
cofinanciado con fondos europeos y declarado acontecimiento de
excepcional interés público por el Gobierno de España. El torneo también
cuenta con el apoyo de Rolex, Exterior Plus, Santander Private Banking y
Shell. Callaway, Coca-Cola, Enterprise, Grupo Raga, Kyocera, Marca,
Maui Jim, la Real Federación Andaluza de Golf, Riversa, Varma y Volvo
son proveedores oficiales.