El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, junto a un nieto del escultor sanroqueño, Lucas Ortega, han descubierto esta mañana una escultura en el cementerio de San Miguel en homenaje al insigne escultor sanroqueño Luis Ortega Bru, coincidiendo con el que sería su 105 cumpleaños el 16 de septiembre.
Al acto han asistido la concejal de Tradiciones, María del Mar Collado, la concejal de Cultura, Ana Ruiz, junto a otros miembros de la Corporación, así como familiares de Ortega Bru, e integrantes de la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte y la Amargura, junto al párroco de la Iglesia Santa María Coronada, José Manuel Sánchez Cote. El Consejo Local de Hermandades y Cofradías estuvo representado por su vicepresidente, José Luis Perales.
La obra inaugurada es obra del escultor sevillano Francisco Javier Fariñas Romero. Consiste en un monumento que representa el tronco del ciprés del que emerge el rostro del Cristo de la Buena Muerte aún con las huellas de la gubia de Ortega Bru y en la parte inferior del tronco aparecen las manos del imaginero sanroqueño sujetando la gubia, en pleno proceso de creación.
El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha señalado que “hoy se cumplen 105 años del nacimiento de una figura eterna para los sanroqueños, de alguien a quien le llegó la gloria después de la muerte y que sufrió unos 40 años de dictadura y persecución. Un dolor que después se reflejaría en su obra.”
“No sólo se trata de un autor de imaginería sino también de obra civil. Considerado el mejor imaginero del siglo XX, sus obras recorren las calles en distintas procesiones de ciudades de Andalucía, como Sevilla, Jerez de la Frontera, La Línea de la Concepción, La Estación de San Roque o Campamento. Y su obra también recorre las calles de la ciudad que le vio nacer, San Roque. Su obra más emblemática es la que hoy se rememora, el Cristo de la Buena Muerte” ha destacado el primer edil.
El alcalde ha indicado que “el Ayuntamiento de San Roque ha intentado durante los últimos años recuperar esa difícil trayectoria y que al final de su vida contó con patrones que han permitido tener parte de su obra en las salas de nuestro museo, entre ellos, Manuel González Scott Glendowyn o a la familia Luike, que contribuyeron al enriquecimiento de la actividad cultural de San Roque con esa donación de su obra”.
“En las últimas décadas hemos recuperado esa buena relación con Ortega Bru y su obra, lo hicieron tanto el conjunto de la sociedad como los responsables políticos municipales. Hace dos décadas que se abría por primera vez el museo Ortega Bru y, años más tarde, llegaría su ampliación gracias a la aportación de la familia Luike. En estos momentos estamos pensando darle más visibilidad en una nueva ubicación, siempre dentro del casco histórico, y en un lugar que permita que esa obra brille” ha destacado el alcalde. Ruiz Boix felicitó a los ediles, María Collado, Ana Ruiz y Oscar Ledesma, por el trabajo y empeño en homenajear a Ortega Bru, con esta escultura, que perdurara en el Campo Santo de San Roque.
Ruiz Boix ha mandado un mensaje positivo al mundo cofrade, ya que, hace tan solo unos días, el obispado de Cádiz anunciaba la recuperación de las procesiones y los actos que muchos cofrades estaban demandando, y que ayudan a promover las actividades que, además de religiosas, también suponen una reactivación económica y un impulso a la actividad comercial y hostelera.
También ha destacado el primer edil que “son muchos los vecinos mayores que identifican la imagen del Cristo de la Buena Muerte con los vecinos que sirvieron de modelos para la talla y que paseaban por las calles de nuestra ciudad en los años coincidiendo con la salida procesional por las calles de nuestra ciudad.”
“Esa cifra de 8000 mil pesetas, ese coste de la talla, ha sido más que amortizada, ya que la imagen es disfrutada por miles de sanroqueños, amantes de la Semana Santa de San Roque y miembros de la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte. Un legado, el de Ortega Bru, que debemos continuar cuidando para que podamos seguir disfrutando de esta imagen. Potenciando las obras que están en el museo, trataremos que se visibilicen más y mejor” ha señalado Ruiz Boix.
El alcalde ha recordado la figura de Luis Ángel Ortega por su contribución a la actividad cultural en el municipio y a Ángel Ortega que es autor de la Virgen de la Amargura que acompaña al Cristo de la Buena Muerte.
El primer edil ha finalizado destacando que “espera que entre todos ayudemos a difundir la obra de Ortega Bru y que nos sintamos orgullosos de una figura que naciera en nuestra tierra y se convirtiera en el mejor imaginero del siglo XX. Una figura a la que el alcalde ha sumado otras de artistas sanroqueños de enorme valía como el historietista, Carlos Pacheco, o autores del humor como Andrés Vázquez de Sola, lo que supone reconocer que somos una tierra de artistas y debemos seguir promocionando estas figuras. También ha agradecido a las concejalías de Cultura y Tradiciones por su labor en este campo.”
Por su parte, Lucas Ortega, nieto de Luis Ortega Bru, ha señalado que representaba un honor y un placer estar aquí en representación de su hermana y de toda la familia.
“No tuve la suerte de conocer a mi abuelo, pero a través de mi padre pude conocer de cerca su obra, ya que él ha trabajado durante toda su vida en la restauración de gran parte de la obra de mi abuelo y por ello lo he tenido muy cerca” ha señalado.
Ortega ha indicado que “me consta el cariño y amor que le tenía mi abuelo al pueblo de San Roque. Siempre que venía aquí se reencontraba con lo más primigenio que llevaba dentro. Para mí hubiera sido bonito que hubiera estado aquí mi padre, su sobrino, Manuel Ángel, pero falleció recientemente, pero al menos estoy yo.”
El nieto del escultor ha señalado que le gusta la obra recién inaugurada y ha expresado su agradecimiento a todos los que la han hecho posible.
Además también ha expresado un deseo, “me gustaría que se hiciera un esfuerzo por darle más visibilidad a la obra de mi abuelo. El museo que lleva el nombre de mi abuelo y alberga obras suyas está muy bien, pero sería mejor darle un empujón más porque es una obra magnífica la que hay ahí y es digna de que tenga una visibilidad mayor”.