El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha pedido a la población “prudencia y cautela” ante las normas sanitarias aprobadas en la tarde de ayer, miércoles, por la Junta de Andalucía de cara a la Semana Santa. El primer edil indicó, eso sí, que “las medidas no se van a relajar tanto como se había comentado previamente”. Además, lamentó que el municipio de San Roque haya sumado una nueva persona fallecida por COVID-19, elevándose la cifra a 47 desde el inicio de la pandemia.
Ruiz Boix hizo esta valoración anoche, minutos después de que se conocieran las nuevas normas sanitarias, que estarán en vigor desde mañana viernes 19 de marzo hasta el 9 de abril, tres semanas incluyendo las fechas de Semana Santa.
Las principales son: se mantiene el confinamiento de la comunidad andaluza; se mantiene el confinamiento provincial y no se podrá viajar entre provincias; los horarios de la hostelería y el comercio se amplían hasta las 22:30, salvo en los municipios con una tasa de incidencia acumulada superior a los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes; el toque de queda avanza una hora y queda establecido entre las 23 y las 6 horas; y las reuniones en el ámbito público y privado seguirán siendo de seis personas como máximo, rebajando este número a cuatro si es en interiores de bares o restaurantes.
También advirtió el alcalde que “esta situación se revisará en 7 días, y el próximo jueves se evaluarán de nuevo los datos”. Por todo ello, pidió “prudencia y cautela a todos. Respeto a las 3M: mascarillas, manos y metros distancia”.
Comentó el primer edil que “desgraciadamente hoy (por ayer) hemos sumado una nueva víctima en nuestro municipio de San Roque, y ya son 47 víctimas por este virus desde el inicio de la pandemia. Mis condolencias a sus familiares y amigos”.
En cuanto a la tasa de incidencia acumulada en el municipio, que ayer miércoles era de 110,9, comentó que era “de las más bajas desde el inicio” de la pandemia, y que era similar a los “números de verano y otoño pasados. Pero ojo -advirtió-, que luego vino la tercera ola”, que se sufrió con especial intensidad en los meses de enero y febrero de este año.