La delegación de Participación Ciudadana ha organizado una fiesta de agua, en Casa Varela, para despedir a los niños saharauis que han pasado el verano en el municipio de San Roque. Autoridades municipales han estado presentes en la actividad.
El alcalde accidental, Juan Manuel Ordóñez, junto al concejal de Participación Ciudadana, David Ramos; y otros ediles han acompañado a los pequeños en esta refrescante fiesta de despedida.
Con esta actividad el ayuntamiento de San Roque despide a estos niños que han pasado el verano con familias sanroqueñas y marchan a sus hogares el próximo 3 de septiembre.
En la fiesta no ha faltado la manguera, el cañón de espuma y las pistolas de agua.
Lola Morales, responsable del programa “Vacaciones en Paz” en el Campo de Gibraltar, ha agradecido al Ayuntamiento de San Roque por organizar esta fiesta “que los niños han disfrutado porque donde está el agua y la espuma para ellos todo es diversión”. Además, señalizó que concretamente este año San Roque ha recibido en dos ocasiones a los niños y por tanto ha hecho mayor esfuerzo.
En total son un grupo de 32 niños de 8 años, procedentes de los campos de refugiados saharauis en Argelia, quienes han estado en la comarca poco más de un mes con familias de acogida.
La Delegación de Participación Ciudadana, que tiene un convenio suscrito con Amigos del Pueblo Saharaui en la comarca, y Protección Civil colaboraron en las recepciones, que tuvieron lugar en el Pabellón Cubierto de San Roque Ciudad.
En este caso, han sido niños que han venido al Campo de Gibraltar por primera vez.
La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui “Solidaridad”, establecida en el Campo de Gibraltar, colabora con otros colectivos similares de toda España para poner en marcha el programa “Vacaciones en Paz”, que no pudo llevarse a cabo durante dos años debido a la pandemia. El Ayuntamiento de San Roque, a través de la Delegación de Participación Ciudadana, tiene suscrito un convenio de colaboración anual con dicha asociación.
Los campamentos de refugiados saharauis en Argelia se establecieron tras la invasión marroquí del antiguo Sáhara Español, hace 46 años. Más de 180.000 personas viven en esta zona desértica desde entonces, sufriendo muchas privaciones.
