San Roque ha celebrado, un año más, el Día Internacional del Pueblo Gitano con la izada de la bandera gitana y la lectura de un manifiesto. El acto ha tenido lugar este mediodía en la Plaza de las Constituciones y se ha contado con una amplia asistencia.

El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha presidido el acto junto a varios miembros de la Corporación, representantes de la Fundación Secretariado Gitano y numerosos sanroqueños y sanroqueñas de este pueblo. También asistieron el coordinador de la Administración General del Estado (AGE) en la comarca, Francisco Gil; el subdelegado de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar, Francisco Javier Rodríguez Ros; el comandante naval, Fernando García Rodríguez; y miembros de la Guardia Civil y Policía Nacional.

El alcalde dio la bienvenida a los presentes, y destacó que San Roque es un lugar donde, a pesar de algún episodio negativo esporádico, se ha conseguido una buena integración social del pueblo gitano. Sin embargo, apuntó, no ha ocurrido lo mismo en otros sitios, por lo que sigue siendo necesaria una jornada reivindicativa como ésta.

Explicó también que esta conmemoración tiene lugar habitualmente el 8 de abril, pero como este año ha caído en Sábado Santo, se había trasladado a la jornada del martes para conseguir mayor asistencia de público. Seguidamente, Ruiz Boix pasó a presentar a Raúl Jiménez Cortés, el joven sanroqueño que inició la lectura del manifiesto y luego se encargó de izar la bandera.

El alcalde recordó que otros años habían desempeñado esta labor personas del mundo artístico, pero se había elegido en esta ocasión a un joven gitano que ha estudiado un grado superior en nuevas tecnologías, y que trabaja en la actualidad para una empresa malagueña del sector prestando soporte empresarial.

Por lo tanto, Raúl Jiménez inició la lectura del manifiesto de la Fundación Secretariado Gitano, que luego continuaron unas jóvenes representantes de dicha entidad. En el texto, titulado “Bronce y Sueño”, se destaca que este pueblo ha sabido transformar su sufrimiento en arte. También se recuerda a las víctimas que, a lo largo de la historia, “no pudieron vivir este orgullo con libertad”.

En el manifiesto se insta a los gitanos a “seguir luchando para que la discriminación y el racismo no limiten nuestros derechos y nuestra dignidad”.

Además, se realza la contribución gitana a la cultura española: en la gastronomía, la música, el baile, la lengua, la pintura… y también en oficios como la herrería, la venta de antigüedades o el trato del ganado. El “bronce y sueño” del título del manifiesto hace alusión a un verso de Lorca, y finaliza el texto con una estrofa de una canción del Tío Pedro Peña, que señala que a pesar de “siglos de horror”, los gitanos van “sembrando rosas, en vez de dolor”.

Tras la lectura del manifiesto se procedió al izado de la bandera gitana, tras lo cual hubo fotografías de grupo e, incluso, un baile a cargo de la Tía María Cortés.